Entrevista a Marta Beltrán, directora de ADEFAM y Manuel Gancedo, director general de Gancedo y miembro de la Junta Directiva de ADEFAM
CADENA COPE / Informativos de la Mañana / 14/07/2022
Como todos los años, ADEFAM ha llevado a cabo la Encuesta de Percepción Económica, coincidiendo con la celebración de la XIX Asamblea Anual de Socios el pasado 29 de junio.
De ella cabe destacar resultados significativos como que seis de cada diez empresarios familiares prevén que sus negocios incrementen sus ventas respecto del ejercicio anterior, mientras que 3 de cada 10 esperan realizar unas ventas similares a las del 2021, reproduciendo prácticamente la misma fotografía de hace un año. Todo ello en un contexto de fuerte incertidumbre, que lleva al 54% de los empresarios a considerar que 2022 será peor en términos económicos de lo que lo fue el 2021, mientras que el otro 46% cree que será igual o mejor.
Asimismo, como nota característica de la resistencia de las empresas familiares, el 48% espera mantener los actuales niveles de empleo, y otro 43% prevé aumentarlos. Tan solo un 2% contempla reducir plantillas, coincidiendo prácticamente con la percepción manifestada hace un año. Estas son algunas de las conclusiones que se desprenden de la Encuesta de Percepción Económica realizada por la Asociación de la Empresa Familiar de Madrid (ADEFAM), coincidiendo con la celebración de su Asamblea Anual de Socios. La consulta se realizó en la última semana del mes de junio y en ella participaron cerca de un centenar de perfiles de empresarios familiares asociados a ADEFAM.
La inflación reduce los márgenes
No obstante, donde los empresarios familiares sí esperan acusar el impacto de la escalada de precios es en sus márgenes. Así lo manifiestan todos los empresarios participantes en la consulta, aunque en diferente medida: el 43% espera que su margen empresarial se reduzca hasta un 10%, y otro 38% cree que la reducción será aún mayor, entre el 10 y el 30%. Incluso hay un 15% que vaticina que podría situarse entre el 30 y el 50%.
Precisamente, los problemas en la cadena de suministro, que en parte explican el actual ciclo inflacionista, habrían generado a sus negocios un aumento directo del coste de sus proveedores (así lo expresa el 54%) y retrasos en la fabricación y pérdida de oportunidades de venta (24%). Quizás como respuesta a estas disfunciones en la cadena de abastecimiento, los empresarios familiares madrileños miran ahora más a España a la hora de dirigir sus inversiones. El 82% prevé incrementar las inversiones en nuestro país, frente al 70% que lo manifestaba hace un año. En contraposición, se reduce al 37% (desde un 47% hace un año) la proporción de los que prevén incrementar sus inversiones fuera de España.
En relación con las políticas salariales más convenientes en un entorno de fuerte inflación como el actual, casi 6 de cada 10 empresarios familiares madrileños se decantarían por introducir en las posibles alzas salariales un factor variable relacionado con la productividad, mientras que el 33% se inclinaría por lograr un pacto de rentas para contener la inflación.
Disparidad en la valoración de la coyuntura política nacional y autonómica
Donde sí se advierten notables diferencias de apreciación de los empresarios familiares madrileños es en la valoración de la coyuntura política y económica. Estos valoran la situación política de España con una nota de 1,83 (sobre 9), restando 3,4 puntos a su calificación de hace un año, mientras que puntúan este mismo aspecto con un 7,49 en el caso de la Comunidad de Madrid, casi tres puntos más que hace doce meses, cuando la nota era un 4,64.
También desciende la nota que otorgan los empresarios familiares madrileños a la coyuntura económica actual, que les merece 3,32 puntos (sobre 9), restando casi un punto su percepción de hace un año, situada en 4,18. Sin embargo, mantienen prácticamente intacta su consideración acerca de la economía madrileña, a la que le conceden una nota de 6,29 puntos (6,33 el año pasado).
Los empresarios familiares madrileños entienden que los principales obstáculos para el crecimiento de sus empresas son, por este orden, la rigidez de los sistemas de contratación y despido (40%), los altos costes laborales (22%), la competencia de terceros (20%) y la reducción de la demanda (16%). E identifican como principales retos de cara a los próximos años la obtención de mayor tamaño empresarial (26%), la captación y retención de talento (26%) y la innovación de productos, procesos y mercados (22%).
A la hora de identificar los factores externos que inciden actualmente en la estabilidad y el crecimiento económico, las mayores preocupaciones de los empresarios son, en un primer lugar, la capacidad de la clase política (81%), la crisis de suministro de materias primas y su impacto en los precios (75%) y la guerra entre Rusia y Ucrania (68%).
A su juicio, las principales reformas que necesitaría España para intensificar su crecimiento económico serían, por este orden: el recorte de las Administraciones Públicas y el aumento de su eficiencia; la mejora del sistema educativo; la reforma del sistema energético que reduzca el coste de la energía; la reducción de las cotizaciones sociales; la reforma de la fiscalidad empresarial, con especial atención a la reducción del Impuesto de Sociedades; un mejor tratamiento de la reinversión de beneficios, y la introducción de incentivos a la innovación.
Especial importancia conceden los empresarios al mercado laboral, en el que detectan, por lo general, una baja adecuación de los perfiles profesionales de los jóvenes a las necesidades de sus empresas, y señalan como perfiles profesionales más buscados para sus negocios los siguientes: oficios relacionados con industria y servicios (55%), desarrolladores de negocio/comerciales (51%), especialistas en TIC (39%), especialistas en marketing digital (35%), directores de proyectos (29%),ingenieros (20%) y personal administrativo/finanzas (18%).
Problemas con la gestión de los Fondos Europeos
El 58% de los empresarios familiares madrileños declaran haber presentado proyectos a las Administraciones Públicas para obtener ayudas procedentes de los Fondos Europeos, y de ellos, el 40% afirman haber conseguido ayuda. El 60% restante que no ha visto colmadas sus expectativas al respecto, lo achaca, principalmente, a problemas de gestión, como la lentitud en la preparación y publicación de las convocatorias por parte de las Administraciones (48%) y la complejidad a la hora de preparar los documentos exigidos (30%).